La agricultura y la conservación del paisaje en Mallorca: Un equilibrio necesario.
Mallorca es conocida no sólo por su belleza natural y su historia. Situada en el corazón del Mediterráneo es también conocida por su paisaje agrícola que ha sido modelado y mantenido durante siglos gracias al trabajo incesante de los agricultores.
Mallorca sorprende al visitante por la gran cantidad de parajes naturales que atesora y la diversidad de los paisajes. La biodiversidad de Mallorca es muy elevada y, por su condición insular, hay un número importante de especies endémicas, tanto de flora como de fauna. Existe una red extensa de espacios protegidos y un 20 % del territorio forma parte de la Red Natura 2000 de la Unión Europea. Montañas, bosques de encinas y pinos, zonas húmedas, sistemas dunares, playas y calas, reservas marinas, además de pequeñas islas e islotes, son tan solo algunos de los lugares para conectar con la naturaleza.
«La agricultura tradicional se ha convertido en una herramienta esencial para la preservación del paisaje de Mallorca»
Este paisaje no solo tiene un valor estético y cultural, sino que también juega un papel fundamental en la conservación del medio ambiente. La agricultura, en especial la que se realiza de manera tradicional, se ha convertido en una herramienta esencial para la preservación de las características paisajísticas que definen la identidad de la isla.
La agricultura sostenible juega un papel muy importante en la preservación del paisaje mallorquín. Esta forma de agricultura, respeta los ciclos naturales, utiliza menos productos químicos y promueve la biodiversidad.
Los retos para la preservación del paisaje y todo lo que lo forma, tanto su fauna como la flora, son muchos; desde la intensificación de la agricultura hasta el turismo y la urbanización que han crecido significativamente en las últimas décadas.
«La piedra en seco como técnica que favorece el equilibrio entre el paisaje y las construcciones»
Una de las técnicas más emblemáticas de la isla, que favorecen este equilibrio sería «la piedra en seco». «Margers» y maestros de obra, así como un ejercito de mano de obra ocupada en las tareas del campo, fueron los principales ejecutores de las obras.
Uno de los rasgos diferenciadores de las construcciones de piedra en seco es la utilización de materiales propios del lugar. Debido a la peculiaridad geológica de Mallorca, la piedra calcaria se convierte en el material más utilizado en la isla.
Mediante esta técnica, se forjaron los márgenes que, actualmente son visibles bordeando muchas de nuestras montañas de la Sierra. Estos eran particiones de terreno ayudaban a la organización tanto agrícola como ganadera y, a la vez hacían de apoyo del terreno en los desniveles de la tierra en estas zonas tan altas siendo de gran ayuda para los agricultores, ya que gracias a esta arquitectura, surgió la «agricultura de terraza», disponiendo entre marjada y marjada una explanada para el cultivo y, haciendo que el paisaje no perdiera su belleza tan significativa y visible en la actualidad. También se usaban para organizar un entramado de caminos pasando desapercibidos de entre la naturaleza, así como el alzamiento de muros y paredes para toda la isla.
Todo ello explica que las construcciones de piedra en seco sean los mejores ejemplos de la forjada unificación de necesidades y recursos disponibles, de adaptación funcional a las condiciones del medio natural, perfectamente integradas desde el punto de vista paisajístico. Este doble factor de adaptación/ integración es hoy un valor añadido al mérito patrimonial que tienen estas infraestructuras, convirtiéndose en elementos testimoniales de la cultura tradicional que deben conservarse y protegerse.
Por otro lado, no hay que olvidar también, la importancia que tiene el agricultor en la protección de fauna y cultivos autóctonos de las especies invasoras. La prevención, detección implica un conocimiento que solo ellos pueden poner en práctica de forma efectiva, de hecho, por ellos se conoce muchas de veces cuando ha entrado una especia de fuera como la Xylella, una zoteria que ataca propiamente a los olivares, o la ser de herradura capaz de comerse aves autóctonas que son quienes controlan las plagas de insectos en las plantaciones.
«La introducción de especies invasoras como causa de extinción de especies autóctonas»
Las especies introducidas invasoras son la principal causa de extinción de especies de vertebrados por causa humana. En Mallorca, desde la llegada del hombre, la introducción de especies ha ocasionado la desaparición de muchos de animales e importantes cambios del paisaje, provocan impactos o incluso de salud pública. Pero no todas las especies introducidas tienen el carácter invasor. Lo son las especies transportadas fuera de su área de presencia natural con capacidad de proliferar y que provocan o pueden provocar impactos sobre la naturaleza, la salud o los bienes económicos.